Damien Rice, Lisa Hannigan y un video subtitulado
Nunca me gustaron los videos fanmade. Por muchos motivos, no sentí nunca que estuvieran a la altura de las obras que buscan homenajear, y es perfectamente entendible. Pero siempre hay excepciones, y misteriosamente a veces nos encontramos con ellas. Lo mejor es que nos hacen pensar, y tratar de sacar lo mejor del momento es lo único que nos queda.
Hoy una amiga me recordó a Damien Rice, con uno de mis temas favoritos y más conocidos suyos, Nine Crimes. Empieza con la espectacular melodía de piano del irlandés, a la que se suma la voz perfecta de Lisa Hannigan.
Este dúo funcionaba a la perfección, ambos conforman el contrapunto perfecto para las canciones desgarradoras que Damien compuso en sus primeros dos discos, 0 y 9. No es de extrañar, entonces, que ambos fueran pareja. Ese nivel de exposición, de sensibilidad, necesariamente debía ser compartido, para poder potenciar ese talento que cada uno posee, en una obra superior. Así es que desde los pubs perdidos en los que se conocieron cuando eran casi adolescentes llegaron a la fama mundial de su adultez, haciendo lo que mejor saben.
Pero el final, negro e innevitable, llegó. Lisa admitió públicamente, tiempo después de la salida de 9, que no iba a cantar más con él. Adicionalmente, que la relación entre ellos había terminado. Y eso derrumbó a Damien. Desapareció de la escena musical, salvo para contadas apariciones, pero no volvió a sacar ningún disco nuevo, ni a salir de gira. Parecía, entonces, que su música estaba atada a su amor por Lisa. Sus declaraciones, años después, lo reafirmaron. En una entrevista, declaró haber perdido la noción del tiempo con su partida. Se autodenominó “un completo imbécil” y finalmente se confesó:
“Dejaría de lado todo el éxito musical, todas las canciones, y toda la experiencia vivida por tener a Lisa todavía a mi lado (…) La quiero. La quiero tanto que amo que no me haya hablado durante estos dos años, porque eso me ha hecho comprender muchas cosas sobre mí mismo.“
Damien había tocado fondo. Y aún teniendo lo que muchos anhelan la vida entera, no podía avanzar, con el recuerdo de lo vivido pesando en sus hombros. El dolor de ya no ser.
Y un día, Damien volvió. Reapareció de a poco, componiendo, grabando, hasta que en el Halloween de 2014 salió a la luz “My Favourite Faded Fantasy”. El irlandés demostró crecimiento, valor, y sobre todo muchísimo talento. Encontró nuevas canciones, una voz que mostraba el paso de los años pero se complejizaba cada vez más en sus melodías y en su innevitable dolor. No sabemos si alguna vez fue feliz, elegimos creer que si, pero en sus canciones siempre lo más triste se transforma en sublime, y en esta ocasión da un salto adelante en el arte de sacar lo mejor de las miserias de la vida. Damien aprendió a componer, a cantar, a vivir sin tener a Lisa a su lado. Así fue como resurgió, desde el olvido, para brillar nuevamente.
Podemos pensar que no hizo más que seguir nuevamente los pasos de ella, que sacó dos discos solistas de gran calidad y está por lanzar el tercero en 2016. ¿Cuantas noches habrá pasado Damien sin poder dormir, escuchando las canciones de “Passenger”? Si tomamos en cuenta los años que hay entre los álbumes, tenemos una base antojadiza para encontrar una relación. “Lay your heart out, we’re not coming back”, cantaba ella en la hermosa “Home”. No vamos a volver. No lo hicieron, y así es como pudieron seguir adelante.
Como se sigue de todo lo dicho previamente, es obvio que Lisa no participa de “My favourite faded fantasy”. Pero como las fantasías tienen la particularidad de dejarnos imaginar cualquier situación, hubo alguien que pensó lo contrario y dijo “Lisa está ahí, quieras o no”. Así fue que recopiló gran cantidad de apariciones suyas y con eso armó un video no oficial del tema que da nombre al disco. Contrariando la primera afirmación, Hannigan es la protagonista absoluta de este fanmade que además suma la particularidad de tener el subtitulado de la canción al castellano. Y aunque parezca lo contrario, es el cierre perfecto para una gran historia de amor. En blanco y negro, que es el color de los recuerdos.
A fin de cuentas, no se trata de olvidar el pasado, sino dejarlo ir. Aprender de lo vivido, y con eso construir nuevos momentos que nos animen a seguir adelante día a día, dando siempre lo mejor de nosotros.
